Se burla el tiempo en nuestras caras y se ríen de nosotros las distancias. Falta poco para que llegue el día; la noche, mientras, deja con cada una de las estrellas un pensamiento descansando en la laguna. Se me agota la voz de tanto gritar al viento pero no es en vano. Él escucha.
Acá hay algo que me dejó perplejo.
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