martes, 25 de junio de 2013

No querés ser mariposa

Érase una vez un objeto volador no identificado que de a ratos pensaba que era un objeto volador identificado y que se hallaba deambulando por los cielos, pero cerquita. No le copaba desafiar a la gravedad en la lejanía del cosmos.
Todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas. y cargar con extraterrestres en su interior por momentos lo aburría. 
-Tendría que haber nacido mariposa,- se repetía cada vez que intentaba sobrevolar una pradera colmada de flores. -a las personas les gustan las mariposas, no los objetos voladores no identificados.
-¿Y por qué querés ser mariposa?- le preguntó una mariposa. -La mayor parte de nuestras vidas somos unos gusanos repugnantes, y cuando por fin alcanzamos un grado de belleza digno de ser visto por estos objetos no voladores sí identificados que algunos llaman personas, no disponemos del tiempo suficiente para sacarle provecho. No tenemos manos, no tenemos sueños, sólo tenemos estas alas poco masculinas que no nos permiten volar más allá de aquella flor. Sin mencionar lo poco masculinas que son las flores. El resto de los insectos no nos toma en serio. Creeme, no querés ser mariposa.
Y fue entonces cuando este objeto, mejor conocido como OVNI, prefirió mantenerse no identificado y aceptar su condición, en lugar de anhelar por siempre jamás ser un bicho de poca duración identificado por los demás como poco masculino.

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