Él es ordenado, y limpio, y tranquilo. Pero no en exceso. Los excesos no son buenos; él lo es. Canta mientras cuelga la ropa, nos fumamos un cigarrito y hablamos del día. Él hace de mis días una vida llevadera. Él de a ratos es mi padre, muchas veces es mi amigo y siempre es mi hermano.Comprendiendo nuestras diferencias, siempre supimos llevarnos bien; muchos se sorprenden al ver la estrecha relación que tenemos. No me lo imagino de otra manera; no me imagino a mí misma sin ese pedazo de alma al que llamo hermano.
La familia no se elige, dicen. Yo lo hubiese elegido igual.
La familia no se elige, dicen. Yo lo hubiese elegido igual.
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