miércoles, 13 de abril de 2011

Mientras

Se funden sonidos entre la maleza y me pierdo en la inmensa quietud de un sendero sin destino. Caen nubes, como si nadie las viera, en forma de hilos de cristal, y satisfacen la sed de la tierra y del resto; mas no la mía. Mi sed no es de agua. Aparecen fantasmas y se esfuman porque sí, dejando libre el camino carente de luz y de sombra. Ansío la llegada de algo que desconozco, pero también temo que llegue la hora del final. Como toda historia, deberá culminar eventualmente. No sé si es muy tarde o muy temprano; cualquier opción me incomoda. El sol aún no se esconde; las estrellas aún no se apagan. Mientras, vivo.

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